MIS COSAS DE JACA

Estas páginas van destinadas a todas aquellas personas que quieren a su ciudad, como me sucede a mí con la mía, Jaca. Hablaré, pues, de “mis cosas” esperando que alguna de ellas pueda ser también la tuya o, sencillamente, compartas mi afición por “colarme” entre el pequeño hueco que separa la memoria de la historia, lo general de lo particular o lo material de lo inmaterial. Estas “cosas de Jaca” están construidas a base de anécdotas , fotos de ayer y hoy, recuerdos y vivencias mías y de mis paisanos y de alguna que otra curiosidad, que me atrevo a reflexionar en voz alta. No es mi propósito, pues, ocuparme de los grandes temas de los que ya han tratado ilustres autores, es más bien lo contrario: quiero hacer referencia a rincones ocultos, héroes anónimos, huellas olvidadas, sendas por las que ya no se pasa, lugares que fueron un día centro de atención y hoy han sido relegados a la indiferencia, al olvido o al abandono; a unos escenarios donde se sigue representando la misma obra pero con otros actores.

viernes, 10 de abril de 2020

AYER Y HOY VI










                                  DESDE LA TAYLLATA





  A la dcha. la Tayllata, a la izad. el mesón de los Baños totalmente destruido por un incendio. Enfrente de él los antiguos baños reales todavía en uso, y al fondo el acceso a Jaca por Matafambres (1)
En la actualidad la Tayllata se encuentra atravesada por la avenida Perimetral y en parte por el colegio de las Escuelas Pías. (Foto FDPH)

Cuantos viajeros llegaban a Jaca por el antiguo Camino Real de Zaragoza, tras pasar el puente del mismo nombre sobre el río Gas, se topaban con algo tan consustancial a la ciudad como podía ser cualquiera de sus principales edificios. Se trataba de un peculiar accidente geográfico, la "Tayllata" (cortado), así fue llamada en la E. Media y Moderna, o "Pedreguilla", como lo acabaron nombrando en los siglos XIX y  XX: el talud más pronunciado de la meseta sobre la que se asienta la ciudad.
Situación sobre plano de 1890 
Esta fotografía se debió de tomar poco después del 17 de julio de 1897, fecha en la que se quemó el mesón de los Baños que se ve a la izquierda de la fotografía. Según leemos, "a las 12 de la noche del jueves las campanas de la ciudad dieron la señal de fuego. El fuego destruyó por completo todo lo que había dentro, salvándose milagrosamente sus ocupantes, que se vieron en la imperiosa necesidad de arrojarse por los balcones. Los esfuerzos de los bomberos fueron inútiles. Sus dueños, Martín Rabal y Petra Laclaustra, lo han perdido todo y LA UNIÓN (periódico local) ha abierto una suscripción a beneficio de dichos perjudicados confiando en la caridad de Jaca"


 Vista del valle del río Gas con el monte Cuculo al fondo, hacia 1920. Foto D. Dufol Álvarez 

Desde este privilegiado balcón, con la Tayllata a la derecha y con el mesón de Martín Rabal y Petra Laclaustra reducido a la mitad, pero totalmente reconstruido, estos jaqueses parecen haber encontrado su lugar favorito para contemplar la Peña Oroel y la vega del río Gas.

AYER                                           HOY 








Los árboles han poblado la pedreguilla de la Tayllata. Lo que quedaba del mesón se tiró cuando los padres escolapios decidieron trasladar sus colegio (edificio de ladrillo y pizarra) de la calle Mayor a este lugar, en 1984. Al fondo, la misma silueta de los montes de Guaso y Cuculo. Los bancos corridos, próximos a la trasladada ermita románica de Sarsa, vuelven la mirada al paisaje.

Vista meridional de Jaca, 1881. Publicada en Jaca, una ciudad que tuvo murallas, 2ª ed. 2020. V. Mairal 

Vista de la cuenca de río Gas desde  la Tayllata  



                                     LA CALLE BELLIDO



Calle Clavería en un día de mercado, con los Porches de la Plaza de la Catedral a la derecha. Foto Musée de Saint-Gaudens del fotógrafo Jean Bepmale, 1897
No sé si será porque esta calle probablemente es la más antigua de Jaca, pero lo cierto es que ostenta el récord de ser la que más veces ha cambiado de nombre. 
Lo que comenzó como un viejo camino que unía el antiguo Castrum situado en el actual convento de las Benitas con el núcleo de San Pedro el Viejo, acabó transformándose en un vial clave de uno de los ensanches preforales (1077) que tuvo Jaca.
Ese viejo camino terminará siendo conocido como calle de la Zapatería Negra al menos, desde 1103.
Tras abrir una nueva puerta en la muralla de la ciudad, durante los  siglos XIV- XV y XVI, la antigua calle dominada por el gremio de los zapateros, se nombra como calle del Portal Nuevo. En en 1603 aparece con un nombre, que con intermitencias y alternancias, llegará hasta finales del siglo XIX, la calle Clavería.

 Desde la Calle ClaveríaFoto Musée de Saint-Gaudens,
 del fotógrafo Jean Bepmale, 1897

 Entre 1692 y 1703 se llamó también calle de la Platería. En 1704 calle de la Plaza y en 1715  calle de Arguís
Entre 1721 y 1734 aparece nombrada, quizás confundida con la actual calle de la Puerta Nueva, con el nombre de  calle del portal Novo, y también como calle de los Arcedianos
Durante el siglo XIX reaparece la no olvidada calle Clavería, y desde la última década del siglo XIX hasta la actualidad la llamamos calle Bellido, en honor a D. Saturnino Bellido, ingeniero y director de la magna obra del Canal que trae el agua que corre por los grifos de la ciudad desde 1891.
 Obsérvese, en la primera fotografía, que en la acera de la izquierda no existe la apertura que en la actualidad forma parte del último tramo de la calle Zocotín en su salida hacia el norte. Sin embrago, desde el siglo XVIII existía un callejón, el Callejón de la Palma para transitar a pie hasta la Plaza de la Estrella (actual Ripa).
  

AYER                                                          HOY 


Jaca. Obras de peatonalización en la calle Bellido, 14 de marzo de 2020,  primer día de la cuarentena por la "Peste del siglo XXI" (coronavirus) 



           LA CALLE DEL CARMEN

Calle del Carmen, hacia 1897
 Foto Musée de Saint-Gaudens, del fotógrafo Jean Bepmale

De semblante señorial, la actual calle del Carmen fue una de las más transitadas; paso obligado tanto para los viajeros que desde el sur accedían a la ciudad por el Portal de los Baños como para los que desde Francia, por el portal de San Pedro, atravesaban la ciudad. Quizás ese tránsito esté relacionado con el nombre que tuvo durante la Edad Media la Bufonería  o  Buhonería (2) donde los buhoneros ofrecían su mercadería ambulante de poca monta. Posterior mente se llamó calle del Obispo de Urgel y, durante el siglo XVI y parte del XVII, de los Caballeros. En efecto, todavía queda alguno de los abundantes y bellos portales donde lucían sendos blasones aquellas familias de próceres jaqueses.
Comenzó a cambiar su nombre por el actual, Calle del Carmena partir de 1614, año en el que los carmelitas descalzos se trasladaron desde la ermita de la Victoria a la calle de los Caballeros para edificar su convento y construir entre 1646 y 1657 la iglesia del Carmen para el nuevo convento. Hasta hoy su nombre sigue siendo el de Calle del Carmen, salvo el paréntesis de la II República en que se llamó calle de Joaquín Costa. 

1.Iglesia del Carmen. 2.Colegio de las Misioneras Esclavas del Corazón de María
 (en blanco), anterior Convento del Carmen derribado en la década de los ochenta del siglo pasado. 3.Casa de la Misericordia. Ya en desuso tras una fuerte nevada terminó "espaldada" a mediados de los años 50 del siglo pasado. 
  Fotógrafo Jean Bepmale, 1897

Ciertamente esta calle, a finales del XIX y principios del  XX, gozó de mucha popularidad, en gran medida debido a que en el nº 6 se encontraba la que, en 1918, el culto maestro nacional Joaquín Celma llamó  "la Casa del Mundo Entero", oficialmente la Casa de la Misericordia.  En efecto, se trataba de una de las Casas del Ayuntamiento que servía para multitud de usos: salón de baile, sede de bomberos, consultorio de servicios profesionales de la profesora de partos (comadrona), escuelas municipales (nacionales), colegio electoral, clases de música y solfeo, juzgado y sala de audiencias, clases de dibujo para obreros, sede del orfeón, lugar de acogida de niños recién nacidos que de forma anónima se entregaban para su cuidado en la Casa de Expósitos… Madoz en su Diccionario a mediados del siglo XIX da razón de ella: "Hay en esta población una casa de espósitos edificada á principios de siglo para objeto tan caritativo: el edificio es de buena arquitectura y tiene cuanta comodidad y repartimientos son necesarios para el objeto á que se le destina: sostiene en el día 124 espósitos en lactancia, pero la pobreza á la que ha llegado el establecimiento, impide que se remonte este asilo de caridad al lugar que le corresponde; sin embargo la Junta de  Beneficiencia encargada de él, trabaja sin cesar para mejorar la suerte de los desgraciados que están bajo su celosa protección".




AYER                                                           HOY




Aparte de los cultos y las ceremonias que se celebraban en la iglesia del Carmen, aumentados en gran medida desde que los franceses, durante la Guerra de la Independencia, derribaran el convento extramuros de los franciscanos, el trajín y la relevancia de la calle se veían acrecentados por encontrarse en el nº 2 el Seminario Conciliar, extinto por un violento incendio el martes 27 de mayo de 1924
 
 
 
 

DANZANTES DE CASTAÑUELAS (1921) 

 

 

 

 

                          

AYER                               HOY

Procesión de Santa Orosia por la calle de Carmen.

 Nos puede ayudar a fechar la foto y el lugar el noble edificio que se ve a la izquierda, el antiguo Seminario Conciliar. Entonces situado en el nº 2 de la Calle del Carmen, haciendo esquina con la Calle Mayor, fue pasto de las llamas en un incendio que se produjo en mayo de 1924.Documentada desde 1623 la presencia de los “Danzantes de Castañuelas” continuó hasta 1921 (Tomeo y Fernández), cuando fueron sustituidos por el “palotiau”. Tocando las “pulgarillas” (castañuelas), los seis danzantes vestidos de blanco, que representan la infancia, la edad madura y la vejez, bailan durante todo el recorrido de cara a la urna de Santa Orosia, sin darle la espalda. Visten con chaqueta y calzón blanco, adornados con numerosas cintas, cascabeles, pasamanerías y ricos mantoncillos cruzando el pecho. Y desde 1979, cundo la tradición y el dance fueron recuperados por el Grupo Folclórico “Alto Argón”, con un sombrero cubierto de lazadas multicolores que recuerdan los “bonetes montañeses”. La fotografía pertenece a una serie de postales realizadas en entre 1921/26 por F. De las Heras (Fuente: A. Gari y A. Gómez).

 



Bomberos intentando mitigar 
 el incendio del seminario lanzando agua 

Fue un día negro para la ciudad; a primeras horas de la noche, con las campanas dando la señal de alarma, las llamas atravesaban toda la calle del Carmen. Durante 8 horas los jaqueses vieron con impotencia cómo el edificio quedaba totalmente en ruinas, solo se salvó la espadaña con la campana de la iglesia.      "El alcalde publicó un bando, invitando al vecindario a prestar concurso, durante la noche se intentó salvar el ajuar del Seminario y los demás enseres de los seminaristas; por las ventanas se lanzaban a las calles objetos que poco después eran trasladados a las casas vecinas, se quemó la biblioteca; el Cabo del distrito convocó a los individuos del Somatén para establecer los servicios pertinentes durante toda la noche por riguroso turno junto con la guardia civil, carabineros, fuerzas del regimiento Galicia y las de Artillería de la Guarnición… de madrugada llegó el tanque pedido a Huesca y un autobús de bomba de Canfranc…"  (La Unión 29 -V 1924)

 Calle del Carmen, 14 de marzo de 2020, primer día de cuarentena por la "Peste del siglo XXI" (coronavirus) 


                                                   CALLE DE SANTO DOMINGO


  Calle "Ancha" de Santo Domingo, hacia 1910. Hacía pocos años  que se había sustituido el antiguo chapitel de la torre de la cárcel por el que se ve al fondo de la foto. Se trata de otro de hierro de traza modernista que, por piezas, había llegado desde Zaragoza. Fue terminado de colocar el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, de 1903 y desmantelado en 1968. Fotografía de  F. de las Heras


¿Santo Domingo? pues sí, Santo Domingo. Así fue para los personajes de la fotografía y para mí. Probablemente a los jóvenes de hoy ya no les diga nada ese nombre, y es posible que ni sepan ni recuerden que hasta hace unos años ese era el nombre de la iglesia y el de la calle de ese barrio de la parte sur de la ciudad de Jaca. 
Calle de larga tradición para los jaqueses, paso obligado de procesiones, cabezudos y danzantes... formó parte de la columna vertebral que partía la ciudad por la mitad de este a oeste. Al estar pegada al burgo de Santiago (en hebreo latinizado Jacob) y a la iglesia del mismo nombre, que evoca el paso de los peregrinos a Santiago de Compostela, durante los siglos XI y XII, la calle  aparece inmersa en el barrio de Sancti Jacobi o Iacobi.
Con el mismo nombre, pasado a lenguas vernáculas, aparece indistintamente como calle de San Jayme o San Jaime  durante los siglos XIV, XV, XVI y parte del XVII. Hasta que en 1614 llega a Jaca la orden de los predicadores  dominicos, que reforman la vieja iglesia y fundan junto a ella el convento de Santa Cristina (Santa Ana); desde entonces y hasta comienzos del siglo XX se conocerá como calle de Santo Domingo tanto la tradicional, la Calle Ancha de Santo Domingo, como la Estrecha de Santo Domingo.
La primera comenzaba en la torre del Reloj hasta la iglesia; la segunda (actual Campoy Irigoyen), girando noventa grados, transcurría por el lado septentrional de la iglesia para desembocar en el Pozo del rey, junto a la calle la Luna (actual Ramiro I).  


AYER                                                                           HOY 
 No sé muy bien la causa, pero a fines del siglo pasado el nombre de la calle de Santo Domingo desapareció del callejero, nada nuevo. El baile de calles viene siendo costumbre en la ciudad. Ahora ha tomado prestado el nombre de su vecina, el de la calle Ferrenal. En realidad tan solo han prolongado unos sesenta metros hacia el norte la calle cuyo nombre rezuma aires del medievo: el de unos campos que intramuros de la ciudad  estuvieron sembrados de forraje.    



     ENTRE LAS BENITAS Y LA PUERTA NUEVA




En torno a la Puerta Nueva. Fotógrafo Jean Bepmale, 1897

 Entrando a Jaca por el este era estampa habitual ver un gentío agolpado al amparo de la muralla, justo enfrente de una de las puertas de la ciudad, la Puerta Nueva. Entre bancos y a la sombra de unos jóvenes olmos, los habitantes de los pueblos cercanos: los de la Val Ancha, los de la Val Estrecha y los del llano de Bescansa, llamados "tuches" por los jaqueses, tanto los días feriados como los no feriados hicieron de este lugar uno de los puntos naturales de contratación y de mercado. 

Casi a diario se exponía allí ganado vacuno, lanar y cabrío, y en las ferias importantes, como las de San Pedro y San Lucas, en un puesto fijo asignado por el Consistorio municipal, el ganado porcino.
  

AYER (hacia 1897)                                               HOY 

AYER (hacia 1945)                                          HOY 
     
No solo fue el Árbol de la salud el que cayó en 1997. Este  fue víctima de la grafiosis, pero otros, como los que vemos a la derecha y los que estaban encima del talud, cayeron    víctimas de los engrasados dientes de cadena de las motosierras. Algunas piedras de la vieja muralla fueron a parar al muro que se ve a la izquierda. Sobre él, al fondo, todavía se observa la casa-taller donde el "cubero" elaboraba en la planta baja sus toneles, justo enfrente de la báscula donde los camiones pesaban su carga. 


Vista actual del tramo entre las Benditas y la calle de la Puerta Nueva 

Han pasado unos 120 años y los viejos olmos que algunos conocimos enfrente de la terraza de Casa Paco han sido sustituidos por ciruelos silvestres.

  Olmo, y huerto sobre la terraza
  de la muralla hacia 1935, F. de las Heras




El trocito de huerto que estaba justo a la izquierda de la calle Puertanueva, colgado en una terraza que se apoyaba en la muralla, ha desaparecido; en su lugar ha surgido una casa de color beige, y al otro lado de la terraza de Casa Paco resisten unos erosionados sillares que como una acumulación de fósiles revelan tiempos de asedios y luchas descarnadas en defensa de la ciudad. 



 Final de la calle Mayor. Fotógrafo Jean Bepmale, 1897 

 A la izquierda, la pared de la "aduana" del recién estrenado  fielato del Portal de Las Monjas. En este fielato, como en el del portal de San Francisco, se provocaban atascos de caballerías y carros sobre todo en días de feria, debido al celo con el que los funcionarios efectuaban las revisiones de los productos que se querían introducir en la ciudad. Al otro lado de la calle Mayor, en las bajeras del nuevo edificio surgido tras la demolición del Portal, aparece un oportuno negocio dedicado a abonos minerales para el campo y a productos relacionados con la agricultura y la ganadería. 
En primer plano, un comarcano preparando su caballería, ataviado con sombrero de ala corta de Sástago, camisa blanca, blusón oscuro de dril anudado, faja, calzón, zaragüelles, pealetas y alpargatas de cáñamo. 

AYER                                              HOY


Final de la calle Mayor, 2020

En primer plano, a la izquierda, un cubo de la vieja muralla reciclado, desde 1550, en ábside de la iglesia de las monjas benedictinas. Al otro lado de la calle, el viejo edificio ya ha cumplido unos 120 años y, sin embargo, gracias a una excelente restauración conserva un buen estado de salud. En su planta baja mantiene otros negocios adaptados a las necesidades de hoy. Y al fondo, por una de esas casualidades de la vida, sobrevive un pequeño paño de la muralla medieval de Jaca.  


 (1)  Camino de Matafambre = Los viejos del lugar cuentan que  en un año de malas cosechas, los campos que lidaban con el camino, libraron a la población de pasar habre.
 
(2)
Bufonería = Buhonería. Según diccionario de la Real Academia Española (llamado de Autoridades) Barcelona. S. A.


12 comentarios:

  1. Quico Ceballos Albalte.
    Qué maravilla, Tino. Y qué trabajazo. Muchas gracias por tanta información. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. CONCHITA LAPLAZA
      Muy interesante, como siempre!!! Yo Sí me acuerdo cuando era la iglesia y calle de Sto. Domingo

      Eliminar
  2. Jaime Orós
    Gracias por toda la información , muchas cosas no tenía ni idea, lo único que la pedreguilla estaba más a la derecha donde la antigua casa de Castán

    ResponderEliminar
  3. He disfrutado un montón con tu escrito. ! Cuántos rincones, casas, costumbres, que yo creía olvidados para siempre, han aflorado vivos al calor de tus palabras...! Muchísimas gracias, Valentín, que buen trabajo¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Eperanza Álvarez
    Es un placer leerte y ubicar los diferentes lugares que vas reseñando.!Qué gran trabajo¡

    ResponderEliminar
  5. Javier Lázaro
    Muchas gracias Valentín. Un trabajo precioso.

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Javier. A ver si nos abren la veda y podemos saludarnos.

    ResponderEliminar
  7. Hola Tino: veo que te vas acercando a mi placeta del Marqués de Lacadena, a ver si llegas pronto. Siempre hermosa la vista desde lo que ahora se llama el paseo de invierno, solo algo mitigada por la cubierta de la nueva pista de hielo; la torre de la Cárcel me parece que era más bonita antes, con el chapitel; una lástima el estado de deterioro de la bonita portada de la iglesia del Carmen que, además, siempre que voy la encuentro cerrada. Un abrazo y seguiros cuidando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo dudes, ni lo uno ni lo otro: era más bonita antes, y no es nostalgia, es que como se suele decir, "la cagaron" quitando ese "capuchón"; y aunque a tirones, acabaré por publicarte tu Torre. Abrazos

      Eliminar