MIS COSAS DE JACA

Estas páginas van destinadas a todas aquellas personas que quieren a su ciudad, como me sucede a mí con la mía, Jaca. Hablaré, pues, de “mis cosas” esperando que alguna de ellas pueda ser también la tuya o, sencillamente, compartas mi afición por “colarme” entre el pequeño hueco que separa la memoria de la historia, lo general de lo particular o lo material de lo inmaterial. Estas “cosas de Jaca” están construidas a base de anécdotas , fotos de ayer y hoy, recuerdos y vivencias mías y de mis paisanos y de alguna que otra curiosidad, que me atrevo a reflexionar en voz alta. No es mi propósito, pues, ocuparme de los grandes temas de los que ya han tratado ilustres autores, es más bien lo contrario: quiero hacer referencia a rincones ocultos, héroes anónimos, huellas olvidadas, sendas por las que ya no se pasa, lugares que fueron un día centro de atención y hoy han sido relegados a la indiferencia, al olvido o al abandono; a unos escenarios donde se sigue representando la misma obra pero con otros actores.

viernes, 13 de noviembre de 2020

MONUMENTO A LA JACETANIA

HOY,  11 DE NOVIEMBRE DE 2020,  SE CUMPLEN 15 AÑOS DE LA MUDANZA DEL MONUMENTO DE LA JACETANIA DE LA PLAZA DE BISCÓS.


 
Monumento a la Jacetania ubicado en el Paseo de la Cantera

En la plaza de Biscós llevaba 36 años cuando fue desmontada para ser colocada en el paseo de la Cantera. Al escultor Ángel Orensanz, natural de Larués le encargó el Ayuntamiento presidido por Armando Abadía un monumento que representara a la Jacetania. Una escultura que venía a sustituir el hueco nunca olvidado ni perdonado que había ocupado el Templete de Santa Orosia durante 60 años. La escultura se colocaría en un escenario moderno y “renovador”, en una nueva plaza diseñada por el arquitecto urbanista Pérez Arbués. 

 

En la plaza del Pilar de Zaragoza

Fue a las 6 de la mañana del viernes 11 de abril de 1969 cuando se iniciaron los preparativos para el desplazamiento de la estatua, desde los talleres propiedad de D. Jerónimo Cambronero, situados en la calle de Concepción Arenal de Zaragoza, donde se había realizado, para ser trasladada hasta la plaza de San Francisco. Tras ser depositada en un tráiler Pegaso de la casa Carreras de Zaragoza, discurrió por la avenida de la Independencia hasta llegar a la plaza del Pilar. En ese lugar la escultura de metal vitrificado de color esmáltico, de 7 metros de altura y dos mil quinientos kilos, y que para Ángel Orensanz representaba la primera en la que utilizaba el esmalte al fuego, fue izada de nuevo. Allí lo esperaban el alcalde de Zaragoza D. Cesáreo Alierta, algunas autoridades, el propio artista, medios informativos y gran cantidad de público. La estatua llegó a Jaca a las 6,30 h de la tarde, el sábado 12 de abril. Aquí también fue recibida por Orensanz, el alcalde D. Armando Abadía, concejales y prensa. El propio artista reconoció que esta escultura era una de sus mejores obras y que le hubiera agradado exhibirla en París y Londres.

El monumento colocado con la plaza de Biscós a la espalda años 70


 Ese ”Belfegor” vanguardista, no exento de polémica en un principio, con el tiempo ha ido contando con la venia de los jacetanos que ven expresado en ese peregrino del Camino de Santiago de acero " el rostro del caminante medieval enraizado en la tierra pirenaica  desafiando a los montes de enfrente" (A. Orensanz) con la cabellera al viento, la espiritualidad, virilidad y genio del montañés al que adornan símbolos emblemáticos de la zona. El río Aragón, en el espacio vacío de la abertura de su túnica partida.

 

 

 

El monasterio de San Juan de la Peña acogido entre sus manos.

 

 

 

Y ocho placas rectangulares, cuatro a cada lado, que a modo de estolas representan los elementos espirituales, artístico-históricos y económicos más representativos de la Jacetania.

 


El “Santo Grial”y el Libro de La Cadena.

 

 




  La Catedral de Jaca y un  instrumento musical típicamente montañés, el salterio.



 

Un esquiador como alegoría del deporte de la zona y las fábricas de la industría población de Sabiñánigo.

 

 

El Camino de Santiago y un altoaragonés ataviado con prendas tradicionales en sus actividades agropecuarias.

 
 

 

 

La realización de un aparcamiento subterráneo en la histórica plaza del Toro, actualmente de Biscós, volvió de nuevo a transformar radicalmente la imagen de la plaza donde hoy, como ayer, estorbaba otro emblema, al que ya estábamos acostumbrados.

Mudanza del monumento de la Jacetania. De la plaza Biscós al paseo de la Cantera
 

 

 El monumento fue trasladado a la prolongación del paseo de la Cantera, lugar que ocuparon las antiguas piscinas, y tras ser restaurado se colocó, en 2007, dándole la espalda a lo que luego se ha convertido en un moderno espacio creado para la suelta de canes. (I)

  ¿Lo veremos en otro lugar?

 

Ángel Orensanz, 2012
 

Respecto a la ubicación de esta escultura que al fin y al cabo lleva entre nosotros 51 años, Orensanz fue  claro: “No es este el emplazamiento para el que fue creada. la orientación, la luz, y la altura están acordes con el cimborrio de la catedral. Esto es muy grave, ya que demuestra que se está jugando con la propiedad intelectual, algo inadmisible”. “... debe volver a colocarse en esta plaza (Biscós), quizás con el cambio de que tenga la mirada hacia Oroel, ya que durante tantos años ha estado mirando hacia la frontera” “… han perdido piezas y lo que dicen que ha sido una restauración en realidad ha sido pintarla de un lado a otro”.   Polémicas aparte, lo que sí resulta evidente es el gran deterioro que se observa en numerosas partes de la escultura, hasta el punto que el óxido está empezando a cambiar su original factura monocroma. Exige pues una inmediata restauración. La obra lo merece y los jacetanos, también. 

 

              (fuente básica de información, El Pirineo Aragonés)


 

(I)   El que era alcalde en el momento del traslado, Enrique Villarroya, señaló que no se pensó "desmerecer la escultura" y que responde a un acuerdo adoptado por unanimidad de los grupos políticos municipales.

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